jueves, diciembre 15, 2011

SUEÑOS COLECTIVOS II

SEGUNDA PARTE. 

Poco a poco se iba apagando mi memoria de lo vivido con Raghi; mi guía en la intensa experiencia con los soñadores. Mi vida iba volviendo a su ritmo normal, clases, viajes, amigos.  En su momento, Raghi había destacado la importancia de que escribiera todo lo que él me iba a mostrar; es por eso que lo había escrito todo, o, al menos lo más relevante. Sin embargo Raghi volvió a hacer contacto conmigo. Esto significaba que algo no había sido bien comunicado o quizás que había olvidado algo importante.

Si la primera historia, como ya lo dije, fue perturbadora para mí; esta fue aún peor. Raghi reapareció transmitiéndome una serie de conceptos que no es fácil transcribir en palabras.   Dijo que todo lo que me explicó había sido mal interpretado. Su aseveración me sumió en la confusión. No podía saber de qué hablaba, puesto que había transcrito la experiencia con gran esmero y detalle.

Dijo: comencemos por la palabra “sueño” —destacó—. En el lenguaje que ustedes se acostumbraron a usar, la palabra sueño es un sinónimo de  “irreal”. Hablan de una “realidad real” y de una “realidad onírica” (de los sueños) planteando que la segunda no es “real”.

Partiendo de esta definición, me explicó que no son ellos los que viven en un “sueño” como yo lo había dicho; sino nosotros.  Perplejo, preferí guardar silencio y seguir escuchándolo. Manifestó que, desde su punto de vista, la verdadera lucidez está dada por un estado al que llaman “presencia plena” y esta forma de estar-existir no era algo con lo que los humanos estuviésemos familiarizados, a no ser muy excepcionalmente. Me dijo que, quizás nos cueste conquistar el estado de consciencia plena a causa de que hablamos tanto que empezamos  a confundirnos en los laberintos de las  palabras y confundimos eso (palabras y descripciones) con la realidad.

Dice Raghi que lo que percibimos nosotros son traducciones parciales que hacen nuestros receptores en los sentidos físicos. Transforman luz y sonido en electricidad, en impulsos nerviosos. En última instancia impresiones e impulsos nerviosos decodificados y reformateados en el cerebro. La memoria, a su vez, suprime algunos detalles y cuando evocamos un recuerdo es porque creamos una nueva imagen de nuestra historia con algunos pocos elementos de esa situación que pudimos retener y otros agregados. Y, por si fuera poca la distorsión, además de todo eso, tenemos una especial predilección por negar y distorsionar las cosas para torcerlas a nuestro antojo (nuevamente apareció el tema de la mentira hacia nosotros mismos y hacia los demás).

Dice que partiendo de la base de que  creemos que lo palpable es la “realidad”, es decir, lo que es opaco y suficientemente compacto como para verlo o tocarlo con los sentidos. Perdemos de esa manera la mayor parte de los acontecimientos relevantes. ¡No los vemos!  Si bien nuestro cerebro funciona por momentos en ondas cerebrales rápidas a lo que llamamos “vigilia”, nosotros realmente vivimos en una ilusión, en un estado de trance que comparativamente se asemeja a las fantasías que tenemos de los zombis o muertos vivientes.

—¿Qué acontecimientos relevantes nos perdemos?
—La contemplación del Todo palpitando y desenvolviéndose. Si pudieran ver la gigantesca trama de la que todos somos parte, se darían cuenta de que se vuelven muy pequeños e insignificantes cuando se piensan como los individuos que tanto les gusta pensar que son.

Esa aseveración me resulto muy perturbadora, Raghí pacientemente siguió explicando que somos muertos vivos por el hecho de estar desconectados del todo, y que nos desconectamos para poder pensar que "somos individuos únicos".

"La parte, en su ignorancia, se cree el Todo y el Todo en su sabiduría la deja vivir su ilusión."

Entonces —dijo—, vivimos haciendo cosas que no deseamos y fingimos ser quienes no somos. Estamos ausentes en nuestro hacer y en la "personalidad" o "máscara" que creamos, y que nos decimos que somos. Hay una importante dosis de mentira en este proceso de inventar imágenes para afectar a otros, que nos aleja de la esencia. Es por eso que la vida que nos creamos es como un "trance" que nos aplasta en donde el EGO intenta impresionar a los otros vendiéndole mentiras. Vivimos inmersos en un sueño plagados de automatismos en el que resignamos nuestra libertad.

Todo es parte de un gigantesco cuento, queriendo creer que las  cosas son del modo en que las imaginamos. Diciéndole a otros cómo deben percibirnos, dándoles muestras de cómo somos, para que  conozcan esa fachada y la acepten como “la persona que somos”

Dice Raghi que tenemos una innata vocación de engaño. Nuestra raza es adicta a la mentira, siempre queremos sacar provecho, ventajas, tener más de lo necesario. Competimos, nos agredimos, somos impredecibles, caóticos, queremos imponer nuestras propias visiones de las cosas, no tenemos noción de que en verdad somos un todo. A decir verdad, una unidad fragmentada en pedazos que han perdido la consciencia de totalidad.  No tenemos armonía ni siquiera con nosotros mismos. Dentro nuestro habitan voces que nos debilitan, que nos obligan a  hacer cosas que no queremos, y que nos juzgan y castigan una y otra vez por las mismas cosas. No tenemos cohesión como entidad social. Queremos satisfacer a otros y recibir recompensas cuando hacemos algo que nos enseñaron que está bien, y evitar los castigos si hacemos algo que no es aprobado.

Todos en nuestra especie intentan mostrarse de una forma diferente de lo que somos, y ni siquiera sabemos como somos, porque en verdad no nos vemos. Siendo así obviamente no estamos satisfechos con nosotros mismos.

Pero ¿por qué querríamos engañarnos?
—Hay una única razón: el miedo. Estamos programados para crear entornos familiares, y para ello ya desde el momento en que sucede una percepción nuestro cerebro organiza los elementos para crear y reconocer formas familiares. Vamos llenándonos de explicaciones y de justificaciones, y ya se nos llena la cabeza con toda esa basura. Con tanto que hacer perdemos el contacto con la totalidad  y con las cosas importantes.

—bien, pero ¿qué es lo importante?
—lo importante son ustedes mismos, su verdadera naturaleza, el reconocerse como células de un organismo que se está enfermando por falta de cohesión en el tejido que forman y por falta de armonía entre sus partes. Así que todo ese engaño cuyo fin es ser aceptados, o sacar algún provecho, les deja insatisfechos, porque saben íntimamente que no son cómo se muestran, que no tienen una conexión real con otro ser cualquiera que sea. 
Nuestra vigilia es un trance en el que no vemos más que lo que nos programaron para ver, y andamos sonámbulos —dije reflexivo y triste.
Cuando nos acercamos a ustedes lo hicimos con un propósito —dijo Raghi.
—¿Cuál propósito?
—Nuestro propósito, y el de otras especies es que ustedes despierten. Que evolucionen. Pues, como somos parte del mismo universo y todo está conectado, los desastres que hacen aquí repercuten en nuestro mundo, y en muchos otros mundos. Ustedes emanan pensamientos tóxicos sin saber el efecto destructivo que estos tienen, es como alguien que no fuma estar en un cuarto donde todos fuman… Están  contaminando la trama metafísica del universo, no es a propósito, sino porque aun están sonámbulos. Hay muchos de nosotros contactando a otros de ustedes, y también algunos de su especie visitan a diario nuestro mundo y son capacitados.

Tienen un poder del que no son conscientes, hasta ahora no hemos querido ayudarlos a dominar el poder que cabalgan de forma desbocada, pues hasta que no aclaren sus mentes y vean la trama, darles más poder del que tienen con la tecnología sería irresponsable y peligroso para ustedes mismos. No podrán tener todo el poder hasta que no se den cuenta que todo daño que hacen a otro o al entorno es literalmente un daño que se hacen a sí mismos, por ser parte de la trama del ser vivo al que ustedes llaman Universo.

Como bien sabes, cuando una célula en un ser vivo pervierte su función, esta célula amenaza sin proponérselo su propia subsistencia y la del ser del que forma parte. Uds. contaminan su propia casa y eso los pone en peligro. Han crecido mucho en tecnología pero no tienen aún la madurez para usar todo ese poder que ganaron.

Es por eso que cuando te referías a nosotros ya nuestra consciencia hablando de "estado de trance o de sueño", es ahí donde debo clarificarte para que te des cuenta que son ustedes los que viven en una ilusión, no nosotros.

—Bien, me queda claro, pero ¿que podemos hacer al respecto?

Les hemos dado instrucciones, que volveremos a darles:

1*  Comiencen por aceptar que viven en un cuento que todos los días se repiten frente a los   demás, para que se los reconozca. Miren ese sueño muy de cerca hasta que empiecen a ver cómo es que ustedes mismos lo construyen; ese es el primer paso. Si pueden únanse para pensar sobre esto con muchas mentes sintonizadas

2*  El segundo paso es comenzar a cambiar deliberada y conscientemente algún detalle de ese cuento-sueño. Cuando vean que pueden cambiarlo se asombrarán.

Por ahora con estos pasos tienen bastante. Nos veremos nuevamente —me dijo afectuoso—,  y se marchó.

viernes, diciembre 02, 2011

LO INTENTO


¡Mira que lo intento!
una y otra vez me perfumo,

me visto prolijo,
pongo mis pies derechitos, 

enderezo mi espalda,
y al final, cuando me veo
me doy cuenta que no lo logré:
no me parezco a las personas...


DESDE LAS PROFUNDIDADES


Las siento...
vienen arrastrándose por un largo y difícil camino.
Llegan desde el fondo, desde lo más oscuro,
atraviesan los vapores sofocantes, humedad, calor
los laberintos de mi neocortex...

Se arrastran como gusanos heridos en la arena.
vivieron tantos años en las viejas prisiones que están ciegas
no ven a donde llegan
y hoy,
por fin salen a la luz que nunca vieron
estas palabras.