domingo, julio 03, 2011

ONCE DIAS

“SOMARENT” decía la tarjeta pequeña que me entregara la llamativa joven en la fiesta. Me costaba entender que a mis cuarenta y nueve años ella, bonita, de no mas de 28 años y sumamente inteligente, se fijara en mi... Al ver mi conflicto ella se apiadó y me dijo: ―mira, muchachito, en verdad, para mi eres un joven muy interesante. ¿Joven? -inquirí pasmado- ella con una sonrisa me dijo, es que yo en verdad tengo más de setenta. Pensé que se reía de mi, que me tomaba el pelo, quise cambiar de tema y alejarme, pues, por bonita que fuese no permitiría que se burle de mi. Me aseguró que esto que veía no era el cuerpo de ella, sino uno alquilado, ya que ella tenía setenta y siete años y su movilidad estaba muy limitada. -Es simplemente un cuerpo que alquilé por unos días -dijo sonriente. ―Si no me cree vaya Ud. mismo y véalo-. y me entrego esta tarjeta.

Luego de algunas dudas mi curiosidad pudo más; quizás por el hecho de que aquellas preguntas que desde pequeño me hice, como por ejemplo ¿que será lo que vincula a una mente con un cuerpo?
Entré, consciente de que si dejaba crecer la duda me quedaría quizá horas yendo y viniendo frente a la puerta del local. El lugar era sencillo, una antigua casona reciclada. Una entrada imponente, boisserie de roble oscurecido por los años, un escritorio antiguo disonante con el monitor LCD que tenía encima. Me presenté solo con mi apellido. Presentarse con el apellido sin duda pone cierta distancia y da un carácter más formal, así mostraba que mi interés era “serio” y quizás disuadiría a las personas que no fueran serias de intentar conmigo algo “poco serio”. Hice saber a la recepcionista mi curiosidad. Fui amablemente invitado a tomar asiento mientras ella ubicaba a un representante que me asesoraría. En pocos minutos se presentó un hombre ataviado según dicta el perfil del arquetípico vendedor de electrodomésticos. Al verme se colocó en la cara una amplia sonrisa, como si me conociera de toda la vida y estuviera realmente feliz de verme.

─Estimado Señor... lo miré y me di cuenta de que esperaba que le dijetra mi nombre, nuevamente mi apellido ─Alzaga... ―Por supuesto, Alzaga, entonces, ―yendo al grano― ¿está buscando alquilar? ─dijo con su sonrisa bien adherida. Realmente parecía feliz de verme─
Permítame mostrarle nuestros productos, estoy completamente seguro de que encontrará algo que lo satisfaga.



Aqui tiene este. Debajo de una camilla vi el cuerpo de un joven de unos 26 a 28 años, sus facciones eran perfectas, parecía dormido. Estaba en un estado físico óptimo. El vendedor de electrodomésticos, se dio cuenta de mi shock, y comenzó a hacer el download de información.
Este "soma" tiene 26 años, tiene una excelente performance de respuesta biomotora, sus características biológicas son lo más cercano a la perfección que se imagine. no experimenta ningún tipo de limitación en lo referente a las funciones normales de todo ser humano. El cuerpo tiene las medidas standard y en las encuestas al 87 por ciento de las mujeres les gusta y al 16 por ciento de los hombres, es decir que tiene un perfil mas exitoso entre mujeres, pero obviamente Ud decidirá el uso que le quiera dar.

-¿Como dice? -no estaba seguro de entender lo que me estaba explicando.
-Claro Sr. Alzaga. Los ejemplares son absolutamente libres de programación, así que Ud. puede vivir cualquier tipo de situación que desee con la persona del sexo que desee. -si había entendido, esa parte del intercambio sexual... no esperaba que fuera tan llano al respecto.

Asimismo si prefiere una experiencia absolutamente nueva e imposible de imaginar puedo sugerirle experimentar un par de días con un cuerpo femenino. ¡Le aseguro que los hombres no tenemos la más mínima noción de lo que es ser una mujer en nuestra cultura!

Todos los ejemplares tienen entrenamiento físico, y están en optimas condiciones. Excelente genética, son estables y sumamente ágiles. Tiene También de mas o de menos edad. Por razones legales no podemos proporcionar cuerpos de menos de 18 años. ¿Sería para Ud.?
─Si.
─¿Alguna vez lo hizo?
─Nunca. Siento una gran curiosidad.
─Estoy seguro que le encantará. Yo mismo lo experimenté, porque Ud. sabe que uno no puede ofrecer un producto que no haya probado. Es fantástico, simplemente único. -el vendedor parecía un adicto ofreciendo probar su mercancía.
─Claro, yo creo que me gustará hacerlo.
Mientras tanto lo seguía por un pasillo con varias puertas, empecé a dudar, pensé en salir corriendo. Llegamos a una sala apenas iluminada. Ahí estaba. Lánguido, armónico, tendido desnudo sobre la plataforma que parecía de vidrio. Los ojos cerrados. El cuerpo joven pero perfectamente desarrollado. Bello, con cierta inocencia infantil y sin embargo vacío. Respira!, ─observé, mirando al hombre de traje.
─Por supuesto. Las funciones vitales continúan activas, solo que las reducimos en un 50 % para preservarlo mejor, si las suspendiéramos el soma se dañaría.

Algo en ese cuerpo me enterneció, sentí mientras lo miraba en toda su indefensión, en su desnudez una suerte de compasión, una melancolía, por aquello a lo que él nunca podía acceder. Allí tendido esperando a que un cliente pagara por habitarlo.

―Me gusta. ¿Cuál es el precio?.
―dependiendo del tiempo que lo desee... Un día entero pues veinte mil, dos días treinta y cinco, vea, sé que no es barato pero observe este cuerpo, mire esta piel, posó su mano sobre el abdomen. Me sentí molesto. ¡tiene detalles únicos! ―dijo como si estuviera mostrándome un automóvil.

─Necesito más tiempo.
─Por una semana... que es el tiempo máximo permitido... podemos hacerle un precio de cien mil.
─¿Y por más tiempo?
─Los lapsos mayores a una semana no están autorizados.
─Que pena... entonces no me servirá ─me volví como para retirarme.
─Señor, hay cuestiones técnicas, tiene que ver con la normativa y es imposible cambiar esto ¡Sucede que su esencia se impregnaría en él y sería cada vez más difícil cuanto más tiempo pasase!
―Bien, entonces no me sirve.
―¡Aguarde! podemos pensar en alguna solución. El "soma" necesita reposar y reciclarse después de cada uso. Si quiere puede tener este por una semana y luego cambiar a otro idéntico la siguiente semana, eso sí podemos hacerlo y ¡le aseguro que nadie notaría la diferencia! ¿Estaría bien para Ud.? ¡por supuesto que tendríamos una consideración en el precio! ¿Que tiempo tenía Ud en mente?
─No me sirve.
─Son las instrucciones que tenemos, lo siento señor, ellos son muy estrictos con estas cosas. El soma debe preservarse, y su algoritmo original debe mantenerse sin contaminación. La interacción prolongada podría afectar el algoritmo y el soma empezaría a recordar memorias de su huésped.
─No se preocupe. Ya encontraré la forma ─salí de la habitación y me encaminé hacia el corredor, cuando escuché su voz agitada casi en un grito:
─diez días y ni un minuto más-
─Once
─Diez y ya me estoy metiendo en líos.
─Esta bien, acepto.

Una hora más tarde ya habían tomado las muestras de mi sangre, y procesaban mi algoritmo. Tendrá un período en blanco de cinco o diez minutos pero es necesario que Ud. esté inconsciente. ¡No se puede despertar en dos lugares al mismo tiempo!

Miré mis manos se veían delgadas, suaves, mi nuevo cuerpo era fuerte, podía sentir el poder en mis músculos, miré a mi alrededor, no necesitaba lentes para hacerlo, mi vista era perfecta. Me puse de pie lentamente, cada músculo estaba en perfecta armonía con mis pensamientos, cada orden mía era obedecida por el cuerpo. La sensación era indescriptible.

Permita que le traiga algo para vestirse. Sólo en ese momento me di cuenta de que estaba desnudo, y no sentía frío.
No puedo negar que una sensación de melancolía me embargó cuando vi mi cuerpo por última vez.... tendido en la otra mesa, como un viejo cascarón. Me despedí para siempre y salí con un paso firme. Había olvidado lo bien que se sentía ser joven.