miércoles, octubre 18, 2006

HISTORIAS DE DRAGONES

(Fragmento inspirado en la saga de Terramar de Ursula K. Le Guin)


Los Dragones conocían muy bien el olvidado arte de sentir, sus poderosas y ancestrales mentes eran capaces de ello, mas, también les eran sabidos los riesgos, por eso sólo lo hacían cuando era absolutamente necesario.

Los hombres, en cambio, habían renunciado a aquel poderoso arte mucho tiempo antes. Ni siquiera recordaban en qué consistía; y, como es natural, allí donde la ignorancia o el olvido cavan huecos, los mitos y las supersticiones encuentran su madriguera. Los humanos tenían toda suerte de mitos sobre el sentir y las locuras que ese arte producía en las mentes de quienes osaban practicarlo. (...)

Otra de las artes prohibidas era la Transmutación. Por ser las criaturas más antiguas del universo, los Dragones habían descifrado la naturaleza de las fuerzas que enlazan energía, materia y forma, y conocían el modo en que el molde energético confería forma a la materia. Este saber les permitía, merced a un esfuerzo de su voluntad, modificar la estructura de su propia materia. No era una simple ilusión, era mucho más que eso, podían efectivamente mudar de forma a voluntad. Pero dicho arte entrañaba un riesgo fatal: si permanecían demasiado tiempo, la nueva forma podía impregnarse en la materia tan fuertemente que era posible quedar atrapados para siempre en esa forma. Hay rumores que afirman que habitan entre nosotros algunos Dragones atrapados en formas humanas.

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