jueves, diciembre 14, 2006

Mediterráneo es casi invierno



Las calles de Mallorca suben y bajan caprichosas, impredecibles; se ensamblan las piedras con calles nuevas. Las luces de colores me avisan que la navidad se avecina.
Otra vez, rostros amigos me van a buscar al aeropuerto, me llenan de sonrisas, de abrazos de compañía, todo cuidadosamente preparado para que yo sea más feliz aún de lo que soy. Me muestran la isla, comparten el pan, y la mesa, y sus amigos. Mallorca es una isla que no resultó ser tan grande, cabe en mi corazón.

1 comentario:

Cako dijo...

Hola Guillermo,

Mallorca cabe en tu corazón.
La isla es pequeña? O tenés un gran corazón?

Aunqeu no nos conozcamos aún. Me quedo con la segunda opción.

Un abrazo.

Cako.-