sábado, junio 16, 2007

¡Ah! si -dijo-, recuerdo haber estado alguna vez en ese lugar, y seguidamente comenzó a dar detalles como si hubiese caminado por los mismos caminos; detalles minúsculos, por ejemplo de como las piedras pequeñas se distribuían en los bordes del camino, cubriendo la tierra cada vez menos, y de como la tierra se escondía en el medio del camino y se asomaba timidamente en los bordes para salir en su esplendor en los jardines... y luego habló de cómo el camino es el armazón y las piedras se recuestan en él, y entonces me explicó que si era lo bastante atento, podría ver como debajo del camino, había otro y otro y otro, y otro mundo... todos ensamblados a través de un fino delgado hilo que nosotros estábamos creando.

- Me sentí aturdido, no comprendía de que hablaba, le dije: -no sé de qué se trata lo que estás diciéndome-. Ella, sólo me miró con ternura, puso su mano sobre mi cabeza, revolvió un poco mi pelo, y luego de sentirme un niño, ya no estaba allí.

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