sábado, julio 07, 2007

PÁJARO ENTRE MÁQUINAS

Sabía que te demorarías, y esperaba que fuera aún más, pero llegaste. Llegaste silvestre y fresco: mochila, zapatillas, pantalones grandes... Definitivamente no combinabas con las bocinas y los colectivos; con las cuentas bancarias, las tarjetas de crédito. Un pedazo de cielo entre moles de cemento. Aire puro en medio del hollín, un pájaro volando entre máquinas...
Me abrazaste. ¡Gracias al cielo siempre lo hacés desde hace eras!. Te aferraste, como quien teme caer a un abismo. Por entonces no sabía sobre lo que te ocurría cada fin de año, sobre cada noche tuya en el vacío, cada aniversario, o cuando encontrás una moneda o cuando cae una estrella... 
Mágicamente volví a ser uno en tu abrazo, como vengo haciéndolo desde hace siglos.

No sabía que nuestros destinos estaban tan fuertemente amalgamados. No sabía que el azar no es más que los cálculos que hace el universo y que esos cálculos son siempre exactos. Que el cielo te eligió para transformarnos, y que esa transformación sería tan dolorosamente bella.

Un nuevo ciclo en el que podría quizás, sólo si me doy la chance, derretir parte de lo que traje tanto tiempo como armadura...

Mi mundo se derrumba, las paredes estallan, mis brazos se extienden y no obedecen, se desgarran para abarcar más de lo que me fue dado, por ejemplo todas las lágrimas...
Colapsan los universos y sigo sin poder comprender lo que mi pecho ya sabe. Lo inevitable como la muerte: la vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

es muy bueno todo lo que lei, es muy raro pero es como si te conociera,de "casualidad" llegue a tu blog y cada palabra me llega muy profundo dentro de mi nose pero no te puedo explicar lo que siento, tal vez sea por que a veces tambien tengo ganas de decir esas cosas y no lo hago, no se que sera pero si por favor no dejes de escribir
un abrazo

Osoguille dijo...

Anónimo
¿como podría ignorarte?
si sos parte de mi!
Escribir es lo único que me alivia, es lo único que NOS alivia a ambos...
En verdad sé que me conocés como yo te conozco a vos, somos lo mismo, y esto que explota a veces aqui, nació tal vez ese espacio inquieto entre tus brazos.