sábado, julio 07, 2007

Sorpresa

Me interné en la noche sin brújula, sin norte; me interné en el vapor turbio, en las ventanas rotas, en los pastos arrasados, en los bosques talados. Me adentré en la vida sin vos, Me pude encerrar en un espacio pequeño, renuncié a mi existencia para ello, y hallé lugar en medio de tu vientre, tu vientre que extraño, tu vientre que es mi pueblo.

Seguí caminando a paso decidido mientras el cielo caía hecho pedazos. Seguí, sabiendo que no estarías allí cuando llegara. Seguí presintiendo lo peor como quien no tiene otro recurso que acudir a un remedio venenoso. Pero seguí -resignado- el único camino posible para nosotros los mortales: la vida.


Algo se clavó en mi oido... chirrió de pronto el teléfono y unas letras brillantes me mostraron que ahí estabas, como tantas otras veces, en silencio cruzando las distancias, volando por los mundos distantes para rescatarme... con tu sonrisa dejando atrás los seis infiernos.

.... y fue así como lo irremediable devino milagro que me arrancó de la decadente complacencia adentrándome en universos paralelos.

Tu mano tibia, tus ojos llorosos de ausencia, tu incredulidad de sueños realizados, y por supuesto el miedo inexorable a perderlo todo...

Me sigue sorpreniendo como la barrera entre los pensmientos y la realidad cada vez se torna más ilusoria.

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