La realidad se volvió resbaladiza,
subitamente me descubro en un lugar diferente de un instante a otro...
Un amigo llora, el tiempo se desgarra, se tuerce,
y yo empeñado en que algún aroma me rescate
intentando aprender cómo aferrarme a algo nuevo...
- No se qué decirte... me mira turbado...
no sé qué decirte... repite,
(y piensa que ninguna percepción es garantía, pero no me lo dirá jamás)
- No te preocupes -digo-, mi esperanza no consiste en un desfile de palabras,
sólo que estés ahí, apenas, sosteniendo mi mano, eso es bastante para que no caiga al precpicio.
1 comentario:
Que importantes son esas cosas simples no?
"...apenas sosteniendo mi mano..."
Como siempre es un placer visitar tu blog Guille.
Te dejo un abrazo grande!
Cako.-
Publicar un comentario